HUAMANTLA

Huamantla no es sólo una pequeña y sencilla ciudad; sino una joya colonial muy bien conservada y orgullosa de sus profundas raíces indígenas. Poblada por la cultura otomí, los habitantes de Huamntla quedaron  atónitos en 1534 cuando vieron por primera vez hombres blancos y barbados entrar a la ciudad montados a acaballo.

La fé católica se convirtió en una parte importante de la vida de Huamantla. 

En las celebraciones religiosas (especialmente el 14 de agosto) los artesanos trabajan muy duro para decorar las calles con sorprendentes alfombras hechas de aserrín de colores. Una preocesión encabezada por la Virgen de la  Caridad pasará por encima  de esa obra de arte.

El Códice de Huamantla, documento donde se relata el recorrido de los otomíes desde Chiapan, en el estado de México, pasando por la parte Norte y Este del actual estado de Tlaxcala, hasta llegar a su lugar definitivo en Huamantla.

Con el tiempo sus habitantes deseaban tener un pueblo, por ello a principios del siglo XVI un grupo de hombres deciden viajar a España para solicitar permiso ante el monarca Carlos V. El emperador los recibe y les otorga la Cédula Real para fundar su pueblo el 20 de mayo de 1535 y al que se le llamó San Luis Huamantla. Dicho documento fue entregado junto con las cuatro imágenes para evangelizar sus templos y los cuales fueron San Luis Obispo de Toulose, San Francisco de Asís, San Miguel y La Virgen de la Caridad.